Cada decisión que tomamos — desde las inversiones hasta el diseño del embalaje — se centra en la responsabilidad ecológica. Evaluamos meticulosamente cada aspecto de nuestras operaciones para asegurar que esté alineado con nuestros objetivos de sostenibilidad.
Este compromiso vital surge de la toma de conciencia de que el recurso que utilizamos — el roble — está muriendo. Somos testigos diarios de los impactos del cambio climático en los bosques; los robles están sucumbiendo al calor y la sequía. Hoy obtenemos nuestro roble de bosques situados 200 kilómetros más al norte de donde lo hacíamos hace 40 años. Este recurso preciado debe ser utilizado sabiamente, y no debe desperdiciarse nada.
Nuestra convicción se ve reforzada por las cifras presentadas a continuación.